Según mi madre, soy una persona de sueño "ligero", creo que quiere decir que me despierto con facilidad.
Todas las mañanas me despierta el sonido del microondas y de la cafetera. Mi madre prepara el café y su aroma llega a mi habitación. Cuando pueda tomarlo, me gustará el café pues su olor me despierta todas las mañanas.De todos modos no puedo levantarme para no despertar a mis hermanas, que duermen en la habitación del fondo del pasillo, hasta que la música de la radio empieza a sonar en el despertador.
Me levanto, me pongo las zapatillas con los ojos todavía cerrados y camino despacio y a oscuras por el pasillo hasta la cocina. En la cocina me esperan los cereales y el zumo, que tomo mientras mi madre, a toda prisa, toma el café y la tostada para salir por la puerta justo en el momento en que mis hermanas llegan a la cocina para el desayuno.
Ahora es el turno de mi padre, que entra en la ducha en cuanto mi madre cierra la puerta. Tras insistir a mi hermana para que termine el desayuno y no juegue con las galletas, vamos al baño y nos lavamos manos, cara y dientes. Me visto, me peino y espero. Lo peor de las mañanas es esa espera interminable a que mis hermanas terminen. Pero creo que dentro de poco, no tendré que esperarlas más pues ya podré ir solo al colegio.
David Carballo